Archivo de la categoría: Filosofía de la empresa

El pensamiento socialdemócrata I: Declive de una síntesis

TecnoAranya2Final

Ilustración por Hector Pineda – Helmet Design

Acaso se trate tan solo del último desengaño, la socialdemocracia es la alternativa que nos dejaron los horrores políticos de finales del siglo XX ya desde finales del XIX. Tras el coste humano y social que supusieron las guerras, los regímenes autoritarios – fuesen fascistas o comunistas – las revoluciones o el capitalismo y sus crisis, la socialdemocracia se postulo a mediados del siglo XX como una alternativa política legítima y viable, a pesar de que el origen de su pensamiento data de finales del XIX. Un fantasma, quizá, de síntesis hegeliana por dos cuestiones desveladas como necesarias: la libertad individual y los derechos ciudadanos por un lado, y la estabilidad política y económica de los estados, por otro.

Si bien hay que admitir que en los orígenes keynesianos de la socialdemocracia había mas de salvar al capitalismo en absoluto declive que de luchar contra el autoritarismo, lo cierto es que los planes contra la pobreza que inauguraron la posterior forma de los estados de bienestar, redujeron las desigualdades que habían producido las guerras, y desde los años 60 y 70 la socialdemocracia fue una alternativa política de exitosa aplicación en Europa. Continuar leyendo


«La pasta no lo es todo» – El porqué del momento del emprendedor

«Esta es la hora del emprendedor»

Lapidaría frase que aun cierta, puede ser fácilmente malinterpretada. La crisis económica supone un escenario perfecto para el ciudadano cargado de ilusión, para el idealista, para el reformador, para aquel que quiere adquirir un compromiso con la sociedad a través de su trabajo aun tras los varapalos del desempleo, sin embargo, entender este compromiso implica cierto esfuerzo reflexivo y, a poder ser, tapones al sentarse frente a la televisión. Lo primero que hay que hacer es dejar de pensar en el dinero como objetivo principal, se que no es fácil  mas de otra manera no habrá reforma posible, ni personal ni social –  pues ese es precisamente el problema del «patrón» español (empresarios realmente hay pocos), objetivo que por otro lado no tienen ni idea de como conseguir –  pero además solo se conseguirá una enorme frustración como resultado. Continuar leyendo


¿Mal aprendiz, o mal maestro?

¿Mal trabajador, o mal empresario? A menudo me pregunto, al margen de las tendencias y valores de una economía capitalista, por las críticas a la productividad española provenientes de política y capital europeos. No somos productivos, dicen, y debemos serlo mas, al parecer, para tener una oportunidad de satisfacer un nivel de competitividad que nos mantenga en el mercado productivo mundial. Este discurso, además, tiene su espejo nacional en la palabra de la patronal, y reputados empresarios, como Juan Roig – Director General de Mercadona – nos recuerdan que necesitamos ser mas productivos, trabajar mas; sin embargo yo a menudo me encuentro con una perspectiva experiencial sobre la que una reflexión sencilla arroja una luz poco esperanzadora: el trabajador siempre paga el pato, también ante las críticas. Creo la cuestión es mas complicada, y es en gran parte el modelo de empresario nacional, lo que da a nuestro sistema productivo esa mal reputada dinámica. Continuar leyendo


Encomio y crítica al KaiZen

La filosofía es una disciplina originaria de todo conocimiento y de toda ciencia social, de la cual estas se han desprendido y desarrollado, en occidente, desde la época de esplendor de las polis griegas y sus filósofos mas reconocibles. Sin embargo, y a pesar de que desde finales del siglo XVIII y durante el XIX la filosofía ha estudiado e influido notablemente formas socio-políticas de las sociedades recientemente industrializadas, durante el siglo XX ha quedado relegada a un ámbito intelectual y teórico, apartándolo de la práctica en especial en cuestiones de producción y gestión empresarial, que sin embargo se han desarrollado notablemente, dando lugar a nuevas formas de gestión y una amplia oferta social de estudios específicos al respecto. Sin embargo, la filosofía, mas allá de la ética empresarial, tiene infinidad de aplicaciones prácticas que pueden ayudar a la empresa no solo a optimizar su efectividad, sino también a ubicar a la figura empresa en el marco social, y afilar el significado de este rol. Continuar leyendo