La cuestión de la autonomía en la ley del aborto.

Históricamente las sociedades cambian, progresan quizá, pero en cualquier caso se mueven afectando a la manera que el sujeto tiene de percibirse a si mismo como parte de ese todo, y esto pone de relevancia diversas facetas de la vida, que cobran mas o menos importancia subjetiva según el sistema socio-político. En este sentido, la carrera hacia la modernidad hace que la faceta privada cobre cada vez mas importancia, y en relación con la libertad y el derecho, que surga la necesidad de establecer un principio de autonomía, reconocido como derecho individual.

El artículo de Benjamin Constant : «Acerca de la libertad de los antiguos comparada con la de los modernos« (recomiendo su lectura) hace un excelente recorrido por las razones que producen el cambio histórico-social en cuanto al interés de la esfera privada por sobre la pública, tradicionalmente mas importante: En las polis antiguas, donde el ciudadano tenía voz y voto directo para decidir sobre la ciudad, tanto en cuanto a sus relaciones exteriores como en la manera en que el ámbito privado de los ciudadanos debía discurrir; el ciudadano y la reflexión daban vital importancia a la esfera pública de la vida, aquella que aunaba los debates en el ágora y las charlas frente al vino, y en definitiva, lo que llamaran el recto dirigir de la polis. Sin embargo, el individualismo que vehicula el cristianismo en su mensaje de salvación, unido, ademas de a otros factores recogidos en el ensayo de Constant, a la masificación de las ciudades y la constitución de estados, que en democracia hace disminuir considerablemente el valor del voto ciudadano hasta el punto de hacer necesaria la democracia representativa, hace girar las tornas respecto a la cuestión. Sucede entonces un cambio de paradigma en la valoración de la esfera privada: tras haber perdido el control sobre la esfera pública, el individuo entiende el ámbito privado como aquel en el que es realmente libre, en el que puede decidir sus relaciones, sus negocios y su moral, siempre que se atenga a la ley. De esta manera, surge la necesidad de legislar el respeto por la libertad en esa esfera privada de la vida humana, que vistiéndose con las formas de la libertad negativa y positiva al tiempo, constituirá el concepto de autonomía. Esta autonomía supondrá un gran reto durante la modernidad, donde esquivando tradiciones y sistemas totalitarios, finalmente logrará cristalizarse en forma de concepto filosófico kantiano, como dignidad humana, y en forma de derecho individual reconocido universalmente. (DUDH)

Ahora bien, en el ámbito de la bioética, no será hasta los años 70 o principios de los 80 en España, cuando este principio adquiera verdadera relevancia y una forma jurídica llamada «consentimiento informado» que se incorporará a las praxis médica para intentar, y con el retraso que este mismo le produce, tumbar el institucionalizado paternalismo médico que tiene su origen en el mismo origen de la medicina, y en el principio de beneficencia y no maleficencia que recoge el juramento hipocrático de esta, desde la antiguedad hasta nuestros dias. De esta manera la autonomía adquirirá el estatus de principio, y se equiparará al de beneficencia y no maleficencia, por lo cual ambos trabajarán juntos en el ámbito de las deliberaciones bioéticas, en parte, limitándose mutuamente. Ahora bien, esta autonomía, y la forma concreta del consentimiento informado, tiene su principal campo de batalla en el concepto de capacidad, pues la autonomía está sujeta a la capacidad del sujeto de ejercer su voluntariedad de manera independiente y en condiciones de información y madurez psicológico-social, pues en caso de que esta no se dé, otras personas, desde familiares hasta representantes del estado, están en disposición jurídica de decidir por el afectado.

Saltando ahora, tras esta necesaria perorata teórica, hasta la actualidad sobre la modificación de la Ley del Aborto pretendida por la nueva administración, que incluye desautorizar legalmente la autonomía de la decisión sobre el aborto propio a las personas menores de dieciséis años, la cual estaba hasta ahora autorizada, vemos necesario esclarecer, más que una postura concreta, un método para decidir sobre estas cuestiones que sea algo mas útil a la práctica que la legislación generalista.

En el caso de la bioética (extrapolable en virtud de su principio de justicia a todo el sistema jurídico), la cuestión de la autonomía, que enlaza directamente la libertad que esta supone con la responsabilidad inherente a ella, nos obligará en virtud de la teoría de la Justicia de Rawls a observar que justicia no significa estrictamente igualdad. Para discernir la justicia es necesario observar la diferencia, porque circunstancias diferentes hacen que la respuesta justa sea diferente a cada caso, por lo que una legislación generalista sobre una cuestión de esta embergadura se me antoja, y creo que a cualquiera que piense profundamente sobre la cuestión, simplista y causante de mas problemas que soluciones.

Por tanto, para la valoración de la capacidad exigible para reconocer, en un momento dado, el derecho a la autónoma decisión sobre el propio aborto en menores de edad, o cierta edad, es en justicia requerible una valoración interdisciplinar del caso y del sujeto, que incluya una observación meticulosa de los factores sociales, económicos y personales de este, así como la evaluación de la capacidad fisica y psicológica de la persona, en busca de un límite de madurez que será siempre relativo al buen juicio de los implicados en la deliberación. Para esto, mi recomendación sería la creación de comités interdisciplinares que apoyasen el proceso de la decisión autónoma de la siguiente manera:

– Realizando, en primer lugar, una evaluación de madurez psico-social y moral del sujeto.

– En segundo lugar, informando de manera interdisciplinar sobre los riesgos, formas, consecuencias y alternativas sobre la cuestión tratada.

– En ultimo lugar, también de manera interdisciplinar, procediendo a la ayuda de la persona en el momento de la deliberación que conducirá a su decisión. Esto sucederá dando completa libertad de elección: el comité debe guiar al sujeto mediante su experiencia y su teória sobre cuales son las preguntas realmente clave para la cuestión, aquello que uno debe plantearse antes de decidir, evitando la simplificación o la falacia que desplace la cuestión sobre reflejos inciertos y subjetivos con el objetivo de moralizar o condicionar la decisión final.

Esto supone superponer un paradigma casuístico a la cuestión del principio de autonomía, y me parece que es el comienzo, aunque con muchos pormenores por aclarar, de la solución a los problemas que presentan estos casos, casi siempre asociados a posturas rígidas que beben de la imposición política, bien de una opción o bien de otra, y no del consenso y el diálogo social.

Como objeción, introduciéndome levemente, en busca de problemas a mi alternativa, en esos pormenores que habría que esclarecer, sería necesario observa que un proceso de este estilo, sistematizado y eficiente, supondría por un lado unos recursos económicos elevados, y además, en virtud e la norma sobre la burocracia legal, unos plazos de deliberación y ejecución que podrían no ser compatibles con los previos y previstos en la propia ley del aborto.


12 respuesta a «La cuestión de la autonomía en la ley del aborto.»

  • Mariona

    ¿Por qué has escogido el tema del aborto para hablar del «consentimiento informado»? Me parece más interesante con otros temas de bioética, en los que el «desconocimiento» del paciente es claro, dado que, al no ser médico, literalmente no entiende -sin que le explique un profesional- los alcances y consecuencias de la decisión que tome.

    El tema del aborto en ese sentido se me hace más «fácil», dado que es más accesible a todo el mundo el saber qué significa un embarazo y a dónde lleva. De hecho, se me hace un poco falso que se restrinja la autonomía a la hora de votar o hacerse un tatuaje, pero sí nos parezca normal que los menores de edad mantengan relaciones sexuales pero no se hagan cargo d las consecuencias que implican; creo que eso revela mucho de la poca altura moral de nuestra sociedad, o de su frivolidad.

    Un ejemplo de eso es que poca gente relaciona directamente sexualidad y maternidad/paternidad. Creo que se ha reducido mucho la sexualidad a su mero aspecto fisiológico y sensual; para mí se ha banalizado, incluso simplificado y «de esos barros vienen estos lodos». En ese sentido, creo que la discusión sobre el aborto debería de ir más allá de la cuestión sobre qué hacer cuando ya se ha producido un embarazo no deseado. Habría que investigar toda la cuestión socio-cultural que le subyace, porque si no caemos en un cierto paternalismo que pone en cuestión la noción de autonomía.

    • Beijabar

      Llevas razón en que la cuestión de los embarazos no deseados es mucho mas amplia de lo que pueda parecer y desde luego no puede reducirse al tema del aborto, y en mi opinión debe prevenirse con la magna educación que todo lo puede, en primera y mas relevante instancia. Respecto a una trivialización del sexo… no se, en mi opinión tampoco es tal, aunque si se ha distanciado de una relación unívoca con la paternidad, esto sucede a mi parecer con razón y gracias a la efectividad, variedad y facilidad de acceso a los métodos anticonceptivos, y porque el sexo es un placer en si mismo claro.

      Respecto a la entrada (gracias por leerme :P), no intento hablar del consentimiento informado propiamente, pero en mi opinión, analizando este te percatas de que, en su evolución propia dentro del principialismo y del principio de autonomía, es uno de los pocos contenidos que ha tomado una praxis casuística, esto sucede de manera necesaria por su función y forma, desde luego, pero tiene en una razón primera común con la misma noción de derecho. En mi opinión no es tanto el nivel moral de nuestra sociedad el que falla, como el nivel ético de nuestro sistema legal: La propia tradición del poder legislativo es paternalista por definición, de manera que todo son normas o límites para hacer tal o cual cosa, y lo que pretendo poner de relevancia aquí es que esto es totalmente inadecuado, hay personas, situaciones y circunstancias concretas, y todo ello hace que el proceso de deliberación sea diferente en cada caso, por lo que la legislación generalista, sea para abortar, para tatuarse o para comer sugus de piña es un error muchos casos. Lo que ocurre, a mi parecer, en esa forma paternalista es que la sociedad quiere delimitar un punto de inflexión entre el control familiar y social sobre el individuo para determinadas situaciones, y la autonomía que implica su total responsabilidad sobre sus actos; sin embargo la evolución moral de un sujeto, que va de la heteronomía a la autonomía, es un proceso singular, y en cada caso es diferente: Puede haber chavales de 15 años con la madurez para conducir un camión y de 18 que aun no tengan la madurez necesaria para una sana sexualidad. Por otra parte esta crítica tiene varios defectos y posibles contracríticas, o al menos a mi así me lo parece, así que te animo a que le saques punta.

      Muchas gracias por comentar!

      PD: Por cierto, aun no se nada del traductor; quizá ya no te haga falta, pero de todas maneras voy a intentar establecer el contacto y pasarte la información; ademas a ver si puedo afianzarlo porque es posible que nos sea profesionalmente muy útil en el futuro (como te dije yo tampoco soy muy bueno escribiendo valenciano xD).

  • Mariona

    Sobre la trivilización del sexo: el sexo no es un placer en sí mismo, sino que responde a una función biológica, y no puede deslindarse de ella. Es como si dijeras que comer es un placer en sí mismo: no lo es, tiene una finalidad específica, y si no la usas correctamente después vienen las consecuencias (desnutrición, obesidad, colesterol alto, carencia vitamínica, etc). Por eso no se puede decir que el sexo sea un placer en sí mismo, y de hecho un mal uso del mismo tiene consecuencias casi más fuertes que un mal uso de la alimentación, desde las enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados, traumas de muy diversos tipos (ya sea por represión sexual o incontinencia), etc. Son problemas que tienen una repercusión más fuerte y más directa: si me pego un atracón, a lo sumo vomito. Pero de una sola relación sexual puedo contraer una ETS o quedarme embarazada. Además, hay una dimensión afectiva muy importante, que también tiende a ignorarse; se ha desvinculado la sexualidad de esos aspectos, y de ahí vienen muchas de las problemáticas. (Además de que, a mi entender, reducir el sexo al mero placer fisiológico es quitarle mucho de todas las cosas buenas y bonitas que aporta).

    Coincido contigo en que la educación ayuda, pero creo que también fallamos en eso. Por ejemplo, la píldora del día después es una bomba hormonal que afecta mucho al cuerpo humano. Eso no se dice -es más, ya no hace falta receta para adquiritla!!-, y así la gente es menos «precavida», porque piensa que siempre puede recurrir a ella. Yo he conocido personas que la han tomado dos veces en un sólo mes! U otras que de vez en cuando quieren darse el placer de hacerlo sin condón, la compran, y están 72 horas dale que te pego, y luego la chica se la toma. ¿No te parece eso trivialización y falta de información? Lo peor de todo es que encima es la mujer la que se lleva la peor parte. Otro tanto ocurre con el aborto; se habla de abortar como si se tratara de ponerse una lavativa, cuando toda operación implica siempre un riesgo muy importante. Por eso, no me parece del todo correcta tu afirmación de que se ha conseguido desvincular sexo y paternidad: ¿a qué precio? Al de que la mujer se machaque hormonalmente de mil maneras diferentes. Porque las pastillas anticonceptivas también implican muchos riesgos. Lo que quiero decir es que no es tan claro el tema como parece, y que la educación debería ser mejor; se debería informar con verdadera claridad de los riesgos que implican cada uno de los métodos anticonceptivos-abortivos, dado que ninguno es aséptico. Ni siquiera el condón es infalible, y cuando me dicen que el porcentaje de fallo que tiene es muy bajo, invito a acostarse con una persona que padezca una ETS: ¿pondría uno en juego su vida por un % de riesgo? Pero todo esto no se dice, y de ahí la banalización. Me recuerda un dicho muy bueno: Dios perdona siempre, el hombre a veces, la naturaleza nunca. El cuerpo humano no se puede manipular sin consecuencias, así como no podemos atracarnos a chorizo sin que nos suba el colesterol. Y por eso creo que debería informarse DE VERDAD, y no hablar de los métodos anticonceptivos y abortivos como si fueran una panacea inocua. Por eso no es de extrañar que una de las estrategias de la OMS (Organización mundial de la salud) para frenar la expansión del sida en África haya sido la estrategia ABC (Abstinence, Be faithful, Condom, en ese orden de prioridad). No es un criterio «religioso», sino «científico»: obviamente, si no tienes relaciones sexuales, no puedes contagiarte. Si las tienes sólo con tu pareja, y sois mutuamente fieles, tampoco vas a contagiarte. Si las tienes con varias personas, el riesgo de contraer SIDA es menor usando un condón. ¿Por qué se hace hincapié en nuestra sociedad solamente en C? Por lo que tú dices: al reducirse el sexo a un placer en sí mismo, sin tener en cuenta otras consideraciones (¡aunque sean sólo higiénicas!), se derivan muchos problemas que -en mi opinión- se reducirían al menos un poco si las personas tuvieran una información verdaderamente completa, y no se tuviera una visión del sexo como un placer inocuo y sin ningún tipo de consecuencia.

    Te respondo en otro post al otro tema.

    • Beijabar

      MMM… no se, yo no lo veo así, lo primero creo que, aunque algunos ejemplos que pones sin duda suceden, estas generalizando erróneamente: Esta claro que hay quien no hará buen uso de las píldoras abortivas o de los anticonceptivos, pero es una escasa minoría, y si hay una correcta educación al respecto, que en mi opinión es responsabilidad compartida del estado y las familias, esta minoría se reduciría aun mas; por otra parte, una vez facilitada la información y las claves de la cuestión los problemas derivados de usos incorrectos son responsabilidad exclusiva del sujeto. Pero en cualquier caso todo esto son consecuencias del tema principal que argumentas, que es esa banalización del sexo, y respecto a esto tengo una opinión de base distinta a la tuya: Para mi el sexo es un placer en si mismo, y estamos programados biológicamente para desearlo y disfrutarlo; respecto a esta faceta no hay mas que mirar a los animales, primero tienen el deseo sexual, y después vienen las consecuencias reproductivas. Ahora bien, el ser humano es un ser racional que extrae de la realidad teorías naturales como la relación entre sexo y reproducción, y por tanto, desde el momento que lo sabe, es su responsabilidad contar con ello, y en un nivel ulterior y cultural el ser humano ha construido también esa parte sintiente del sexo, esas cosas que lo hacen, no bueno, pero si al menos bonito, tal y como decías. Pero todo lo bonito y hasta responsable es cultural, y toda esa banalización no es mas que una bajada de la cima de la influencia religiosa en la cultura.

      El sexo es solo sexo, brutal y egoísta, al menos biológicamente, de esa manera la naturaleza nos engaña para preservar nuestra existencia, y a ella le importa un bledo que hayamos logrado raciocinio e históricamente hayamos erigido una gigantesca construcción cultural alrededor del sexo, que ahora, de manera también cultural y relativa, se tambalea. Cuando dices que se banaliza lo haces desde una perspectiva de hace 50 años, puede que 100, pero pueden ser 500 y 1000, no importa sino para comprender que tu crítica parte de una posición cultural heredada, de influencia cristiana, como todo en las sociedades europeas, y que supone una posición de sacraliación del sexo (el proceso inverso a la banalización). Y esta sacarlización afecta incluso, como comentabas, a la OMS … poner la abstinencia como primera medida supone una sacralización cultural del sexo porque, piénsalo, si no hubiese condones, y una persona no tuviese pareja formal durante su vida … ¿Crees que renunciaría al sexo solo por el riesgo de infectarse? Yo no lo haría, preferiría el riesgo a reprimir la pulsión mas universal … En mi opinión el sexo es y ha sido siempre banal, culturalmente lo encumbramos: dijimos que solo con amor, que solo en matrimonio, y lo marcamos a fuego con mil tabúes, pero el sexo es originalmente solo sexo, un deseo natural e incontrolable … Y esto que digo no significa que yo no esté de acuerdo con ciertas construcciones culturales, como el aspecto sintiente de las relaciones sexuales, la he heredado y la disfruto, pero me niego a sufrirla, y esto ha sido muy criticado durante la oscura y larga era de los tabúes, porque tengas pareja o no, estés enamorado o no, e incluso aunque fueses la única persona sobre la tierra, te pica y te rascas. Respecto a la paternidad, lo mismo, los medios me dan la posibilidad de disfrutar del sexo controlando sus consecuencias para centrarme solo en disfrutarlo, y eso no es bueno ni malo en si mismo, y una vez informado no tengo mas que asumir la responsabilidad de las posibles consecuencias, tanto el 99% de posibilidades de sexo placentero y sin consecuencias, como el 1% de posibilidades de embarazo no deseado, ETS, etc … Y si fuese mujer, sin serlo pero según mi mismo criterio, gustosa aceptaría una dosis de hormonas y sus consecuencias, aun en acortamiento de la vida,a cambio de poder practicar sexo de una manera mas libre, que no irresponsable, no lo asociemos porque no es lo mismo.

      Respecto al otro post concuerdo contigo: partiendo de una justicia social que si debe garantizar el estado, porque cuando un problema se hace estructural solo el estado puede solventarlo, hay que evitar ese paternalismo, sobre todo en el ámbito privado.

  • Mariona

    Sobre el aspecto político-legislativo del que hablabas…no sé tanto de filosofía política; lo poco que sé me hace pensar que los sistemas legislativos continentales (es decir, no anglosajones) heredan mucho del racionalismo filosófico, pretendiendo dejar todos los tipos de situaciones que pudieran darse «atadas y bien atadas». Por eso tenemos constituciones con infinidad de artículos, en comparación a las anglosajonas, que tienen muy pocos y dan más espacio a la capacidad de juicio de los involucrados en cada caso. Por eso se ve en las pelis que los yankees que estudian derecho -o que están en un juicio- no memorizan leyes, sino casos. Y en los juicios apelan a casos. Es un sistema legislativo más «a posteriori» y que deja más margen a la prudencia, en un sentido aristotélico del término. En ese sentido creo que tienen más clara la distinción entre saber teórico y saber práctico. En los sistemas continentales se peca de racionalismo y de querer dejar todo solucionado «a priori». Y también se peca de paternalismo, pero eso no es nada nuevo; en comparación con otros países, en España el estado es completamente un papá, y en ese sentido creo que tenemos una visión estatalista, que piensa que todas las soluciones vienen desde el Estado.Tanto uno como otro sistema tienen sus pros y sus contras, como todo en esta vida.

  • Mariona

    Alberto, no somos sólo un animal; aunque sea concédeme que tenemos capacidad cognitiva, esto es, sabemos qué consecuencias se derivan de hacer tales o cuales acciones, tales como darse un atracón de comida o dejar de respirar oxígeno. Somos seres biológicos conscientes del funcionamiento de su propia «biología», eso no lo puedes negar; que haya un instinto fuerte no significa que estemos determinados por él. Y aunque estemos muy influidos, «sabemos» las consecuencias que se derivan de ciertos actos biológicos. Esto no tiene nada que ver con la religión; utilizar ese argumento sería equivalente a que yo te dijera «no te forres a tanto chorizo y embutido, porque acabarán mal tus arterias», y tú me dijeras: «Me dices eso por tu herencia judía, tienes mal visto al cerdo». En todo caso, yo puedo decirte que tú estás más influído por tu herencia cultural que yo, embebido en el paradigma positivista-reduccionista, ¿no crees?
    En ningún momento he negado que el sexo fuera un placer, simplemente he dicho algo evidente: que no es sólo eso. Y déjate de influencias culturales: no es sólo un placer, es un aparato reproductor. En la medida en que somos conscientes de eso, obviarlo es una banalización. Por eso me parece poco oportuno que pongas el caso del aborto como ejemplo del consentimiento que debe darle un paciente al médico, dado que todo el mundo sabe qué es un embarazo, cómo se produce y cómo acaba. En todo caso deberían informar bien de las consecuencias de abortar, las cuales son muy ignoradas. Lo mismo vale para las consecuencias de las píldoras abortivas; de verdad creo que no sabes lo que dices, quizá no te has informado bien. Supongo que, en general, lo miras desde tu perspectiva masculina, que es muy diferente a la femenina, aunque sólo sea por una cuestión biológica; si de normal las hormonas nos afectan mucho y son incluso dañinas para el propio cuerpo humano, imagina estar jugando con ellas, ya sea con anticonceptivos, píldoras abortivas y abortos; Sobre el aborto ya sabes qué pienso, no diré nada nuevo. Sobre los anticonceptivos, hay casos en los que se prescriben, como el ovario poliquístico; pero hay métodos mucho más adecuados y menos nocivos para el cuerpo de la mujer como podría ser, por ejemplo, combinar el condón más el conocimiento de los ciclos ovulatorios. Igual de seguro que unos anticonceptivos, pero sin alterar el cuerpo de la mujer.
    Sobre lo de que cualquiera arriesgaría la vida por una pulsión…puede, por eso está la C del ABC. Pero sabiendo que no sólo tenemos pulsiones, sino también conocimiento, no me parece para nada tratar de controlarse un poco para no perder la vida por unas horas de placer. Insisto: no somos sólo fisiología, también tenemos conocimiento. Y la moral no es sólo un modo de «represión y control social», también forma parte de nuestra naturaleza, aunque no seas capaz de medirla igual que mides los latidos del corazón o los ciclos de respiración. No puedes negarlo, porque si lo haces, ¿qué sentido tiene esta discusión?

    • Beijabar

      Creo que no nos estamos entendiendo, porque yo no te atribuyo lo que pareces creer: Yo no digo que seamos tan solo un animal, pero tampoco que seamos tan solo razón, somos un poco de ambos (pero solo sobre lo racional tenemos control, eso es algo que si hay que tener en cuenta), y por supuesto no digo que no debamos asumir esa responsabilidad de paternidad sobre el sexo, y menos aun que no la tengamos, de hecho en mi anterior respuesta lo menciono al menos dos veces, por lo que en esto estamos de acuerdo (lo que mas me gusta de nuestros desacuerdos es que, normalmente, estamos mas de acuerdo de lo que pensamos :P). Por otra parte, y siendo bastante contrario al positivismo, creo que la moral es una construcción cultural, y por tanto es relativa (esa construcción, nuestra moral, está vinculada al cristianismo históricamente, queramos o no, no es algo que juzgue, pero si es algo que es); partiendo de esa base lo que pretendo decir es que aunque como dices el sexo no es solo placer, todo lo que va mas allá no nos viene dado, sino que lo hemos adquirido o creado, mediante inteligencia o la construcción moral, por esto es que opino que no hay razón para juzgar de manera generalista el uso de los anticonceptivos, aborto, etc … y tu misma comentas «En todo caso deberían informar bien de las consecuencias de abortar, las cuales son muy ignoradas. Lo mismo vale para las consecuencias de las píldoras abortivas» y coincido completamente, esa es, exactamente, la relación que tiene mi exposición del consentimiento informado con el aborto, que no esta intentando presentarla como valida, el consentimiento informado no es el tema en si mismo, sino que es el ejemplo de como debería actuarse en toda cuestión bioética y aun jurídica incluyendo la autonomía de manera no paternalista, es un … digámoslo así, caso hipotético para sacar errores contra la generalidad y a favor de la casuística, en definitiva, menos moral general y mas ética dialógica.

      Respecto a esa cuestión final en la que se apoya el sentido de la discusión, para mi somos seres morales de manera natural, porque somos libres y al elegir nos posicionamos moralmente, ahora bien, la moral social que construye la nuestra es una construcción puramente cultural desde que surge la civilización, pensar que realmente la moral social es un diálogo intersubjetivo y consensuado entre los individuos y que no hay una manipulación de los poderes para crearla a su antojo sería también algo ingenuo.

      Edit: Por cierto que comparto contigo una cosa básica, y es que también creo que hombres y mujeres podemos tener una concepción diferente de la cuestión solo por el hecho de serlo. Eso sí, guardo esperanza en que al menos podamos comprendernos, que todavía no está claro.

  • Mariona

    Alberto, no te entiendo; por un lado afirmas la libertad del individuo, pero luego pareces afirmar un determinismo moral, porque no podemos sustraernos a la influencia cultural: ¿en qué quedamos? Digo, si aún me dijeras que nacemos en cierto contexto, pero que, como individuos libres podemos en cierta manera sobreponernos a él, te lo admitiría, desde ahí podríamos hablar. Pero, igual te entiendo mal, a mí me parece que esas distinciones no aparecen muy claras en tu discurso, así que no sé a qué atenerme. Y digo, me sorprende un poco, porque me parece muy evidente la libertad moral de la que te hablo, ya sólo basta ver la diferencia entre hermanos (incluso gemelos) criados en igualdad de circunstancias. Por supuesto que nacemos en determinado contexto, y eso tiene sus influencias, pero eso no quiere decir nada, al menos nada definitivo. Si estuviéramos determinados, no podrías decir que estamos determinados, porque tu juicio estaría determinado. Al afirmar algo, pretendes tener cierta objetividad (otra cosa es que atines o no). Pero es absurdo pretender ser objetivo, y utilizar esa postura de «objetividad» para afirmar que nadie es objetivo.

    En todo caso, creo que me estás interpretando desde un patrón cultural. Sí, porque crees que el hecho de no estar a favor del aborto, o de ciertos métodos anticonceptivos, viene motivado por simple influencia cristiana. ¿No es eso determinista o prejuicioso? Yo no he dado ningún argumento religioso ni cultural, ni uno solo. Es más, no he hecho ni un sólo juicio moral; te he dado argumentos apelando al pragmatismo y a la eficiencia científica. ¿He dicho en algún momento que el ejercicio de la sexualidad es moralmente punible? NO, en absoluto. Sólo te he dado argumentos por los cuales ciertas pautas actuales en materia de sexualidad no son eficaces desde un punto de vista higiénico y de la salud. He hablado desde mi propia experiencia como mujer, la que me han dado mis amigas y la que me aporta ser hija y novia de médico. No hablo desde ningún argumento religioso o moral, pero tú, en vez de fijarte en mis argumentos concretos, simplemente los clasificas como «cristianos» , sin entrar más en detalle, como si el simple hecho de decir «eso es cristiano» supusiera una impugnación de los argumentos que te he dado (los cuales en ningún momento han sido morales, sino que apelan a hechos, otra cosa es que yo tenga una visión errónea o sesgada de los hechos. Por eso yo espero que, al «rebatirme», apeles a esa visión sesgada q pueda yo tener, y no a un argumento moral que en ningún momento salió a relucir. Eso, amigo, se llama «falacia del hombre de paja»).

    Creo que es evidente que en ningún momento he emitido un juicio moral sobre las consecuencias de los actos sexuales, de verdad no entiendo de dónde te has sacado esa impresión. Sólo he querido exponer un hecho: el hombre es animal racional. Como animal, tiene instintos, en eso estamos de acuerdo. Como racional, «conoce» las cosas. Yo no estoy diciendo que las juzgue buenas o malas, simplemente digo que las conoce. Quizá no todas, pero sí muchas, entre otras conoce cómo funciona el aparato reproductor en los humanos. Al menos el 100% de las personas mayores de 16 años con las que me relaciono sabe de dónde vienen los niños. Otra cosa es que el juicio moral que ese hecho les merezca, quizá haya tantos como personas conozco. Pero hay unanimidad: los niños vienen del sexo. Punto. Eso es conocimiento, parte racional humana. Por eso te digo que me parece medio hipócrita hablar de información médica, como si necesitáramos un doctor para decirnos cómo vienen los niños al mundo. Por supuesto no podemos saber todas las consecuencias físicas que se derivan de un aborto un embarazo, pero el hecho básico está al alcance de todo el mundo. Y, dado que el 99% de los embarazos no implican un riesgo para la salud de la madre hoy en día, no entiendo muy bien sobre qué quieres que se informe a las pacientes. No es como si tuvieras un tumor y el médico debiera informarte de los riesgos de operarlo (o los riesgos de no operarlo), por eso te decía que el ejemplo del aborto no era el mejor del mundo para hablar de la información al paciente. Está claro que existen muchas ocasiones en las que la paciente no tiene claras las consecuencias personales y sociales de parir o abortar, pero de eso no es el médico quien informa. El médico proporciona información científica, pretender que aporte información moral-social me parece poco ético (ya sea para convencerle de que aborte o de que prosiga el embarazo).

    Es por esa separación tan fuerte que has hecho entre instintos y conocimiento por lo que pienso que mantienes una postura banal sobre el sexo. Primas la visión instintiva del asunto, y parece que creas que esta dimensión del sexo domina por completo la dimensión cognitiva (aquella que nos permite comprender qué significa el sexo y hacia donde lleva). Al reducirnos a instintos, nos reduces a animales. Y no estoy haciendo un juicio moral sobre si es bueno o malo ser sólo un animal (yo misma me he dicho muchas veces esa frase famosa: cuanto más conozco a la gente, más quiero a mi perro).A mí me parece bien que nos reduzcas a una visión muy animal pero, entonces, ¿por qué recuperas la visión racional después? Me explico mejor: los animales, al no poseer conocimiento (por lo menos no conocimiento científico) apechugan con las consecuencias de sus actos (tienen sus camadas de cachorritos): ¿por qué somos animales para «cagarla», pero pretendemos utilizar todas las ventajas que nos aporta el conocimiento de la naturaleza para compensar esas «cagadas»? Yo creo que de esa concepción dicotómica del ser humano es de donde viene el paternalismo, sobre todo el de Estado.

    Respecto a entenderse o no entenderse…no sé cómo puede ser de complicado para un hombre entender a una mujer. Sólo puedo decir que a mí como mujer no me ha costado especialmente entender a un hombre, saber que, en cierto modo, tienen una manera más descomplicada de razonar (al menos emocionalmente), que sus pulsiones sexuales son mucho más fuertes (al menos más constantes) que las de las mujeres, etc. quizá sea una cuestión de herencia cultural el que a los hombres se les haga más complicado entender a las mujeres, dado que siempre se han interpretado las cosas «de mujeres» como algo incomprensible, risible o insoportable, sólo hay que ver todas las películas, anuncios y chistes que tratan de abundar en esas diferencias y siempre presentan a la mujer como «complicada» o al hombre como un simple salido sexual. Imagino que aun hay mucho que trabajar en esa línea…

    • Beijabar

      Vale, ya he conseguido sintetizar lo necesario para que encaje con tu comentario y aclaremos las cosas, creo … xD:

      Primera cuestión: La información de mi ejemplo del consentimiento informado, para aplicar esa casuística (que en mi opinión evita ese pateranalismo en el que si estamos bastante de acuerdo), está relacionada con el aborto, no con el embarazo, está claro que todos sabemos de donde vienen los niños (menos ese de Yahoo! Answer que cree que su chica se ha preñado por sexo telefónico xD), pero muchas mujeres jóvenes, en las que se puede dar ese problema de no saber si tienen la autonomía suficiente para decidir por si mismas, no están del todo informadas sobre las consecuencias, en sus varias vertientes, de lo que supone un aborto.

      Segunda Cuestión: Las influencias, aquí es donde tenemos gran lió, en el que también tu estas presuponiendo que soy el típico rojazo que no aguanta nada que tenga que ver con religión, y no es el caso: Lo que digo sobre las influencias religiosas no te lo digo a ti, ni a cierto colectivo con unas ideas … sino que lo enuncio como una influencia de la cultura occidental en general, y esto lo hago partiendo de la idea de que la moral es una construcción que tiene sin duda influencias histórico-culturales. Aquí es donde hablábamos de libertad o determinismo moral, y coincidíamos en que determinismo moral es un absurdo, ahora bien, esta es mi postura con respecto a la moral: Somos libres en potencia, y solo parcialmente libres en acto … quiero decir, el hombre es libre para elegir su moral, ahora bien, la cultura es una construcción histórica que limita la oferta de morales entre las que un individuo va a elegir durante su proceso de autonomía moral. Es decir, mas allá de las influencias familiares etc, coincidirás conmigo en que un niño de Albacete, y padres, abuelos y bisabuelos Albaceteños, difícilmente será el próximo Ayatolá, es decir que la libertad moral es relativa, porque hay ciertas cortapisas culturales, y no me refiero simplemente a que no haya oferta, sino a que claramente una cultura se posiciona e identifica en contraposición a otras en determinados factores, por lo que carecerá de cierta libertad negativa, además de positiva. Tu comentabas que las influencias existen pero no son determinantes, yo diría que son lo suficientemente limitadoras como para considerarlas determinantes … Todo esto es mi propio extracto de Foucault, del que me gustan algunas cosas y otras las considero mera conspiranoia, pero haciendo un batiburrillo de Existencialismo, Foucault, Kant y Hermenéutica he extraído mi idea de por donde va el tema de la moral, que es el tema del que realmente podríamos discutir durante años y nunca acabaríamos, no por posturas diferentes, sino por lo profundo de la cuestión, si es que tiene fondo.

      Tercera cuestión: La banalización del sexo. Comentas que no entiendes como doy tanta importancia al instinto frente a la razón, pero recupero después la razón a modo instrumental, con respecto al control de las consecuencias… y es cierto que tienes razón, pero voy a poner un ejemplo que creo te explicará mi forma de entender el asunto: Todas las teorías dicen que si se te cruza un animal en la carretera no debes dar un volantazo porque te juegas la vida, lo que hay que hacer es atropellarlo, todos lo hemos oído y todos (o muchos) lo hemos analizado racionalmente dando por bueno el consejo teórico, pero no conozco a nadie, y me incluyo, ya que he tenido varias experiencias al respecto, que no haya dado ese volantazo … es decir, en mi opinión es posible que haya un error al pensar que todo instinto puede ser controlado por la razón, igual es hora de utilizar la razón para corregir a posteriori, o prevenir, errores instintivos que sabemos que vamos a cometer. Es decir, quizá hemos de aceptar cierto determinismo, y dios nos libre de ofuscarnos en esta palabra tan aterradora que nos trae a la mente ese designio divino incuestionable (por lo que me conoces sabes que no creo en ello), me refiero a cosas biológicas, como el hecho de que por mucho que uno quiera no puede morir porque ha decidido dejar de respirar … y de igual manera no puede renunciar a reproducirse eternamente, puede reprimirse hoy, y quizá mañana … pero tarde o temprano caerá, y no quiero decir con esto que este eximiendo al ser humano, en esto del sexo, de su responsabilidad, la responsabilidad existe claramente y debe inculcarse y educarse al respecto, pero creo que podemos decir que no es tan absoluta como para, ante un error, atribuir toda la responsabilidad al hombre y nada al animal que también somos, y si hay cabida al animal, por mínima que sea, hay cabida a utilizar la razón para subsanar y prevenir las consecuencias inoportunas.

      Respecto a lo de entenderse, puede que tengas razón, pero mi experiencia como hombre me dice que vosotras sois mas libres de expresar vuestra complejidad, la cual nosotros también tenemos, y que a nivel emocional debe ser la misma. Pero culturalmente nosotros somos educados para estar autoreprimiéndonos constantemente, para no darle vueltas a las cosas y preocuparnos por la acción, hasta el punto de que el concepto de «ser un hombre» es mas bien una deformación cruel de lo que un ser humano es, pero a la vez es necesario.

  • Mariona

    Sobre la primera cuestión: ok. ¿A qué tipo de cuestiones te refieres? ¿Físicas o morales?

    Sobre la segunda cuestión: no quería discutir sobre determinismo. Sólo te decía que yo te dí argumentos concretos, apelando a los conocimientos científicos y experimentales (es decir, mi experiencia y la de otras amigas y mujeres) sobre el tema de los anticonceptivos y los abortivos. Demuéstrame con argumentos científicos que los argumentos que yo daba son incorrectos. Pero apela a mis argumentos, no a si son cristianos, ateos o budistas. Porque hay cosas que son verdad, y hay cosas que son mentira, lo diga quien lo diga, sobre todo cuando estamos hablando de hechos referidos a la naturaleza (en este caso, referidos al cuerpo de la mujer, su funcionamiento, el daño que le puede hacer un cóktel de hormonas, y si hay métodos que le hacen menos daño, lo que supone un aborto o la píldora del día después, etc).

    Sobre la tercera cuestión: no pretendía hacer una apología de la racionalidad del hombre. Sólo pretendía hacerte ver que no sólo somos hormonas, sino que también tenemos conocimiento del funcionamiento de las cosas. Por supuesto que el saber las cosas no implica quererlas, o el quererlas no implica «conseguirlas» (por ejemplo, saber que la prudencia a la hora de mantener relaciones sexuales no implica querer ser de hecho prudente. O querer ser prudente no significa que, de hecho, se consiga serlo). Sólo quería resaltar una cosa que me parece fundamental, y es que no creo que el sexo sea sólo instinto, aunque sólo sea porque conocemos de él algo más que el simple impulso que sentimos. Por supuesto que hemos de hacer uso de una racionalidad «colectiva» para ayudarnos a subsanar los errores individuales de los que no nos vemos nadie libres. Respecto de eso no creo que discrepemos mucho más, excepto en una cosa; creo que actualmente, y debido a la banalización de la que te hablaba, se pone mucho más hincapié en los remedios «a posteriori» que en los remedios «a priori», cuando es de sabiduría popular que «más vale prevenir que curar». Y no lo digo desde un punto de vista moral, sino desde un punto de vista práctico. Por supuesto que esa máxima no implica que deje de investigarse y trabajar por aquellas consecuencias «a posteriori» del sexo (como, por ejemplo, el tratamiento de las ETS), pero no comprendo por qué si en medicina el esfuerzo se pone tanto en la prevención, no se hace lo mismo respecto del sexo.

    Sobre lo de entenderse…Sinceramente, yo creo que cada persona tiene su complejidad y simplicidad. Siempre he pensado que las únicas diferencias entre hombres y mujeres son la diferente fuerza física, y las hormonas. Las hormonas afectan muchísimo, te lo digo yo que las padezco. Al igual que creo que vosotros «padeceis» las vuestras (y en ese sentido se os hace más complicado ser menos institivos respecto del sexo). Más allá de eso, creo que cada uno es cada uno con sus cadaunadas. Pero es sólo una opinión, la verdad es que no tengo conocimiento científico sobre, por ejemplo, la diferente fisiología cerebral entre hombres y mujeres y, si la conociera, no sé si me parecería una razón de peso suficiente para hablar de una diferencia sustantiva entre un sexo y otro. Asimismo, no sé cómo se siente ser un hombre, así que tampoco puedo hablar mucho más…

    • Beijabar

      En la primera cuestión me refiero tanto a morales como a físicas, el apoyo debe ser multidisciplinar.

      Respecto a la segunda cuestión, no tengo que apelar a los argumentos científicos, porque los comparto, son cosas científicas y experimentales que hay que aceptar, ahora bien, su interpretación para que pesen en una dirección o teoría, esta sí con carga moral, es mas discutible. De lo que yo hablo es de la moralidad de aceptar ciertos males para conseguir ciertos bienes, no niego que haya ciertos males, o que las cosas no tengan las consecuencias que tu dices, sino en la valoración que haces de ello y que, en mi opinión, la gente tiene libertad para elegirlos y ganar algo a cambio, y lo que gana y su valor es subjetivo y ético.

      En el resto mas o menos estamos de acuerdo, solo que cada uno lo veía desde un punto de vista. Ambos entendemos la necesidad de la parte biológica y la parte racional, solo que yo considero que lo de mas vale prevenir que curar, en el sexo, apenas se puede, precisamente por esa parte biológica.

      Y respecto a entenderse, desde luego somos diferentes cada uno, pero diría que si se puede hacer algún tipo de antropología de genero, y que hombres y mujeres somos diferentes en algunas cosas como norma, aunque tan abierta es está a las excepciones que casi se podía decir que no la hay. Sin embargo siempre he pensado que si la historia de hubiese sido socialmente dominada por las mujeres, y estas hubiesen desarrollado la filosofía desde la antigua Grecia, la historia de la filosofía sería muy diferente, y probablemente la practica política, económica y social sería directamente mejor.

      Por cierto que, si no has leído a Foucault y a Deleaze te lo recomiendo, caminando en el límite de la misma racionalidad son capaces de clavar críticos cuchillos a teorías que usamos a menudo y que no hay que obviar, pero si hay que entender en su contexto, y entender que es precisamente eso, el contexto, lo que es en muchos casos la propia filosofía.

  • Mariona

    Pues creo que un médico no debe dar «apoyo» moral, en el sentido de dar su consejo u opinión moral sobre las decisiones del paciente. Me parecería mal que alguien con su apoyo incitara a otra persona a abortar, o lo contrario, hiciera sentir mal a alguien que ha decidido abortar. Por cierto, podrías hablar un día de qué te parece el tema de la objección de conciencia en casos así, ¿no?

    Supongo que todo dato científico puede usarse de un modo o de otro, pero al menos podrías entrar a valorar el uso que hago yo de ellos, proponiendo otro alternativo. Por ejemplo, te digo que me parece menos agresivo utilizar una combinación de preservativo y método billings, en lugar de recurrir directamente a anticonceptivos hormonales o incluso la píldora del día después. ¿A ti eso te parece mal, bien, indiferente…?

    Justo hoy ha aparecido una noticia en la TV que no apoya mucho tu teoría de que prima más la parte instintiva: se decía que se aprecia últimamente un aumento en la incidencia de enfermedades de transmisión sexual, y se atribuye a que la gente ya no tiene miedo al embarazo (por los grandes recursos que hay ahora) o al SIDA (dado que ya no es mortal). O sea, que la conciencia de un peligro (es decir, racionalidad, porque la conciencia es racionalidad) puede llevarte a tener conductas más cautas, y viceversa. A mí me parece que es algo de cajón, ¿no? Datos aparte, sí creo en la gran influencia que puede tener la racionalidad y el dominio de la voluntad. Por supuesto no un dominio absoluto, lo cual sería incluso insano, pero no creo que estemos inmensamente dominados por nuestros instintos. De todos modos eso ya forma parte de una discusión más amplia y no creo que quepa darle muchas más vueltas.

    Respecto a cómo habrían sido las cosas si gobernaran las mujeres…aquí sale la empírica que llevo dentro: me parece que no tiene mucho sentido plantear cuestions contra-fácticas, sobre todo porque no conocemos todos los alcances y consecuencias que eso podría haber tenido. Creo que, en todo caso, habría sido diferente, pero no creo que especialmente mejor, aunque sólo sea por que sé lo brujas que pueden llegar a ser las mujeres. En todo caso no me parece muy correcto atribuir superioridad a un sexo u a otro, sea cual sea. ALgunas feministas de hecho llegan a convertirse en lo que más critican: pilla un discurso suyo, y pon «hombre» donde pone «mujer» y viceversa, y pensarás que se trata de un machismo de lo más rancio, casposo e infundado que puedes encontrarte…

    Sobre la recomendación de lectura…tomo nota, aunque como trabajo en la tesis mis ratos libres prefiero leer literatura a secas, para despejarme un poco y cambiar de rollo 🙂 Tengo ganas de acabarla y leer lo que me apetezca de filosofía, sin pensar si tiene q ver o no con mi tema :S

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